Histeroscopia del útero: qué es, cómo se realiza, qué consecuencias puede tener

La histeroscopia del útero es un procedimiento de diagnóstico y tratamiento de enfermedades ginecológicas. El médico utiliza un histeroscopio. Introduce una sonda especial con una cámara en el útero a través de la vagina para examinar el estado del órgano. Este aparato también se utiliza para extirpar pólipos o el crecimiento excesivo del endometrio. La histeroscopia es el mejor método de cirugía mínimamente invasiva en el útero. No es necesario realizar incisiones en la pared abdominal. Gracias a ello, la recuperación postoperatoria es significativamente más rápida.

Características de la histeroscopia del útero

Durante la intervención, se coloca a la paciente en un sillón ginecológico. Antes de introducir el histeroscopio para la intervención, se le administra anestesia. En caso de que la histeroscopia sea puramente diagnóstica, no hay necesidad de anestesia. Sin embargo, si la mujer es muy sensible, el médico puede ponerle anestesia local.

Con ayuda de la histeroscopia, el especialista examina el útero no sólo en busca de grandes formaciones. Examina el estado de la mucosa, las trompas de Falopio, los vasos y el canal cervical. La histeroscopia dura de 20 minutos a 2 horas, dependiendo de la complejidad de las tareas del procedimiento.

La histeroscopia se desarrolla en etapas como:

• Los genitales externos, la vagina y el cuello uterino se tratan con un antiséptico.
• Se colocan dilatadores especiales en el canal cervical y se introduce un histeroscopio.
• La cavidad uterina se llena de líquido o gas para facilitar la visión durante el examen.
• La cámara muestra la imagen del útero en el monitor.
• Si se va a realizar una intervención quirúrgica, el médico introduce instrumentos quirúrgicos en el útero a través de la vagina. Controlando el proceso en el monitor, extirpa miomas, pólipos, adherencias y otras masas.
• Tras la intervención, se bombea gas o líquido fuera del útero.

¿Qué consecuencias puede tener la histeroscopia?

Esta pregunta es la que más preocupa a las pacientes que se plantean si someterse a una histeroscopia. Las complicaciones más frecuentes de este procedimiento

• La perforación de la pared uterina se produce con mayor frecuencia en mujeres de edad avanzada y en aquellas con elasticidad tisular reducida y atrofia cervical. Si la perforación es demasiado grande, se sutura. Sin embargo, a menudo se trata de pequeñas lesiones que no requieren un tratamiento especial. Normalmente el médico prescribe fármacos antibacterianos y compresas.
• La hemorragia es el resultado de un traumatismo en el útero. Puede producirse inmediatamente después de la intervención o a los 7-10 días. La mayoría de las veces ocurre cuando el médico extirpa nódulos miomatosos o tejido endometrial. Prescribe fármacos que detienen la hemorragia.
• Después de una histeroscopia pueden formarse adherencias, sobre todo si la intervención se ha realizado en una zona extensa. Se manifiestan por dolores de tirón en el bajo vientre y flujo menstrual escaso. Para evitarlo, es necesario cumplir todas las prescripciones del médico. Mucho depende de la profesionalidad del especialista durante la operación.

Además, muchas pacientes temen una infección. Esto rara vez ocurre, porque durante las operaciones se observan normas sanitarias estrictas. También es importante seguir las instrucciones del médico después de la operación. Si se produce una infección, el médico prescribe antibióticos.