Cómo ayudar a su hijo con las matemáticas: consejos de profesores

Enseñar matemáticas a un niño debe ser, ante todo, enseñarle. Sin embargo, a menudo los niños simplemente no pueden hacer frente a la cantidad de información que se da en una o dos lecciones en la escuela. Los niños se confunden cuando el material nuevo empieza a superponerse al no aprendido. Y este es precisamente el momento en que un padre debe acudir al rescate. Según los expertos, si un padre consigue enseñar a su hijo a resolver problemas matemáticos por sí mismo cuando aún está en primaria, le resultará mucho más fácil aprender.

Es importante que enseñes a tu hijo a no frustrarse por los errores

Lo primero que impide a los niños dominar un determinado material es una actitud especial ante los errores. Y los errores son más frecuentes en matemáticas que en cualquier otra asignatura. ¿Cómo puede convencer a su hijo de que los errores no son para tanto?

Como demuestran decenas de estudios recientes, los errores ayudan al cerebro a desarrollarse, crecer y buscar salidas. Y aprender de los propios errores es un entorno muy beneficioso para un proceso de aprendizaje completo. Los padres deben ser los animadores de sus hijos y no sus verdugos en los momentos en que cometen algún error. La tarea de los padres no es sólo explicar la información que el niño no entiende. Es importante reforzar en él la creencia de que puede, con sus propias acciones, resolver eficazmente cualquier problema, si lo intenta.

No existen los matemáticos aversos

La mayoría de los profesores experimentados lo dicen. Todas las personas tienen la misma aptitud inicial para aprender. Sin embargo, lo que distingue a las personas con más éxito del resto es que no se rinden ante las dificultades. Siguen adelante y buscan la manera de resolver cualquier problema.

Si un padre le dice a su hijo que nunca ha tenido aptitudes para las matemáticas, le transmite mentalmente el mensaje de que no se puede hacer nada en esa situación. Tienes que retroceder y dejarlo todo. Si ni siquiera el padre puede hacer nada, seguro que el hijo tampoco.

Por eso, si mamá o papá no entienden nada de los deberes de matemáticas que el niño ha traído pidiendo ayuda, no hay que descartarlos aludiendo a la dificultad. Merece la pena expresar la agradable emoción que supone para los padres aprender ahora algo nuevo junto con el niño, resolver ellos mismos las matemáticas y ayudar a su hijo a hacerlo. Trabajar en equipo y centrarse juntos en la resolución de problemas es una forma estupenda de enseñar a tu hijo a superar cualquier dificultad.

No hagas los problemas por los niños, hazlos con ellos

Muchos padres que no tienen tiempo para las clases de los niños, o quieren hacer un estudiante perfecto de su hijo, resolver problemas para el niño. Reduce el tiempo y evita molestias al niño. ¡No deberías hacer eso!

Ante las dificultades, los niños acuden naturalmente a sus padres en busca de ayuda. Y cuando, en lugar de obtener la solución a un problema concreto, obtienen la solución a todos sus deberes sin ninguna dificultad ni comprensión, les parece que así será siempre.

Por lo tanto, merece la pena que los padres se centren en este problema y ayuden al niño a ver con claridad sus errores e intenten encontrar juntos la forma de corregirlos. Hay que guiar al niño suavemente hacia la respuesta correcta, pero sin pronunciarla. Los padres no tienen por qué saber las respuestas a todos los problemas de matemáticas, pero deben aprender a enseñarles exactamente cómo aprender.

El método parental no es el único correcto

Todos aprendemos de forma diferente, todas las personas sin excepción, y los niños también. Así que obligar a tu hijo a ver la información como la ven sus padres es, por decirlo suavemente, un error.

Todo el mundo asimila la información de varias maneras:

• a través de la audición;
• a través del sonido y las imágenes, por ejemplo, vídeos, películas;
• a través de la práctica;
• Mediante debate en grupo.

Hay quienes pueden asimilar la información utilizando sólo uno de los métodos presentados. Hay niños que disfrutan combinando varias opciones. Y no hay una única forma correcta.

Por supuesto, es más fácil dar a un niño un libro de texto y un conjunto de ciertos patrones matemáticos que pueden utilizarse para resolver rápidamente ejemplos o problemas sencillos. Pero este planteamiento limita la elección de soluciones por parte de los niños. Tanto los padres como los profesores no deben limitarse a sugerir soluciones y formas de presentar el material. Se les deben dar oportunidades para combinar materiales o formas de resolver ejemplos, oportunidades para pensar y reflexionar. Los niños no deben limitarse en su enfoque y centrarse únicamente en memorizar el material. En matemáticas, lo importante no es saber, sino entender cómo funcionan los procesos.