Los platos de caracoles más famosos: panorámica y particularidades
- 28.01.2023
Los caracoles de la uva son habitantes habituales de huertos y frutales. Los caracoles de las especies Helix aspersa maxima y Helix aspersa müller son un poco menos comunes, pero de todos modos no se pueden calificar de raros. Estos caracoles se encuentran más a menudo en las regiones meridionales de Europa. En verano, después de una lluvia, aparecen en gran número en aceras, céspedes y bajo los árboles. En Francia, España, Grecia e Italia se comen caracoles, considerados un auténtico manjar, que se sirven en los mejores restaurantes.
Preparación previa de los caracoles
En las tiendas se venden almejas congeladas o en conserva. Y en verano es fácil recoger caracoles a mano. Los artesanos han aprendido incluso a cultivar caracoles en granjas especiales. En resumen, el producto es bastante accesible tanto a la venta como en la naturaleza. En este último caso, la dificultad reside en la preparación inicial:
- En primer lugar, los moluscos se limpian a fondo de arena y suciedad.
- A continuación, se colocan en un cubo o una olla bajo una tapa.
- El recipiente no se cierra herméticamente, sino que se deja un pequeño hueco.
Los patos deben llenarse con un poco de harina y salvado para limpiar el contenido de sus estómagos. Al cabo de tres días, las conchas se lavan de nuevo a fondo y se vierten con agua para recoger las muertas. A continuación, el método de preparación depende de la receta.
Escargot
Es el método de cocción más popular. El segundo nombre es caracoles franceses. Las almejas son muy sabrosas y tiernas cuando se combinan con mantequilla. Para 1 kg de caracoles con concha se necesitan 300 g de mantequilla, ajo (cabeza mediana), limón hasta el zumo, perejil, sal y pimienta.
- Escaldar los caracoles brevemente (unos dos minutos), sacarlos de sus conchas y pelarlos.
- Salar y freír o cocer ligeramente la carne junto con la cebolla y las hierbas picantes.
- Añadir zumo de limón, sal, pimienta y perejil picado al aceite suave.
- Colocar la carne en las cáscaras secas vacías y verter el aceite por encima.
En esta forma, el manjar puede congelarse para cocinarlo más tarde en cualquier momento. También, si se desea, se prescinde de las conchas y se utiliza en su lugar una fuente de horno. Cocer los caracoles en el horno durante sólo 10 minutos, espolvorearlos con queso rallado y servirlos calientes. Este manjar es fácil de sacar de las cáscaras con un palillo, si no tiene una forma especial de tenedor. Un vino seco será perfecto para acompañar el plato.
Caracoles a la maltesa
Se coge medio kilo de almejas que se han escaldado previamente. El secreto del sabor es que las hierbas utilizadas son frescas y no secas: menta, albahaca y mejorana. También se utiliza un vino tinto seco.
- Los caracoles se fríen en aceite de oliva directamente en sus conchas.
- Verter el vino tinto, la sal, la pimienta y guisar a fuego lento durante 10 minutos.
- Añadir las hierbas picadas al producto casi listo.
Caracoles cretenses
Para 500 gr de caracoles (previamente escaldados) se añaden 100 ml de aceite de oliva (es preferible el de oliva), dos cucharadas de vinagre de vino y una cucharada de romero, además de sal.
- Vierta una pequeña capa de sal en una sartén caliente y coloque los caracoles boca abajo en la concha.
- Cuando esté seco, añadir el aceite, remover la mezcla y cocer de 3 a 5 minutos. El calor debe ser bajo.
- Añadir el romero y el vinagre, remover y retirar del fuego. Coma el manjar con un palillo y retire la punta oscura.
Receta siciliana
El método exprés es bueno porque los caracoles se cuecen muy rápido, por eso la receta también se llama picchi pacchi. Se fríen en aceite de oliva mariscos, cebollas, tomates, guindillas negras y picantes, así como perejil y albahaca. El plato se come tanto frío como caliente.